Las dietas de prescripción veterinaria no contienen fármacos, sólo distinta composición y proporción de nutrientes que las convencionales. Su objetivo es recuperar la funcionalidad, disminuir el deterioro de un órgano o ayudarle en la recuperación de su actividad. Son, por tanto, un apoyo al tratamiento con medicamentos, o incluso el único tratamiento.
Para saber qué es una dieta de prescripción, primero debemos tener muy claro qué es una dieta: la ración alimenticia que se adapta, en su composición y proporción, a las necesidades digestivas y metabólicas de los animales a los que va destinada. Debe ser suficiente y equilibrada, y tiene que basarse en el estado fisiológico del animal en ese momento (crecimiento, mantenimiento, gestación, lactación o vejez) y en la labor que realiza (compañía, guarda, caza u otras actividades deportivas como tiro de trineo, etc.).
Dietas comerciales
Para empezar, tenemos que explicar a nuestros clientes que un animal está mejor alimentado con dietas comerciales que con las de elaboración casera. Si esto es así desde que es cachorro, en el futuro será más fácil instaurar una dieta de prescripción. Por ello, debemos dejar claro a los propietarios que las dietas caseras suelen ser desequilibradas en su composición, como consecuencia de que el propietario quiere satisfacer a su mascota dándole lo que más le gusta.
Un animal está mejor alimentado con dietas comerciales que con las de elaboración casera Click Para TwittearIncluso en el caso de dar alimento con una composición adecuada, el hecho de que no esté convenientemente mezclada y homogeneizada hace que el animal se coma lo que le gusta y deje lo que no le apetece. Por ello resulta complicado conocer la cantidad que hay que darle en la ración diaria.
Los piensos comerciales, en cambio, son equilibrados en su composición ya que se formulan en función de los requerimientos del organismo en las diferentes etapas de la vida y, además, la ración que se debe suministrar es fácil de calcular.
Estas dietas han sido minuciosamente estudiadas y comprobadas en las mismas especies a las que van destinadas.
Las dietas de prescripción no son medicamentos
Todo lo dicho anteriormente es válido para dietas de animales sanos, pero nuestras mascotas envejecen o enferman, y sus órganos se alteran. Entonces es necesario recuperar la funcionalidad del órgano, parar su deterioro o, al menos, retrasarlo. Esto lo conseguimos con la utilización de medicamentos y/o dietas de prescripción.
Dietas equilibradas
Queda claro que, si es difícil para el propietario preparar una dieta casera equilibrada para su animal, elaborar una eliminando algunos nutrientes, disminuyéndolos o restringiéndolos y aumentando otros en unas proporciones muy exactas es prácticamente imposible. Debemos tener en cuenta que, aunque nosotros le demos una receta equilibrada y el propietario la cumpla con exactitud, el animal enfermo escoge lo que le apetece y deja lo que no.
También se debe tener claro que las dietas de prescripción no contienen fármacos, ya que sólo suponen un apoyo al tratamiento con éstos. A veces son el único tratamiento que se administra.
Individualizadas
Hay que explicar a la persona responsable del animal que no se prescriben por capricho, sino después de una evaluación clínica basada en un reconocimiento físico y unas pruebas complementarias como son análisis, radiografías, ecografías, electrocardiografías, etc. que hemos realizado a un animal enfermo o senil. Este tipo de pacientes requiere un seguimiento para controlar la evolución de su dolencia y ajustar el tratamiento y dieta a su evolución. Es importante tener en cuenta que los tratamientos siempre son individualizados, pues ante una misma enfermedad las respuestas no son iguales en diferentes pacientes, por lo que deberemos modificar los tratamientos y las dietas para cada uno de ellos.
Por otro lado, debemos considerar que generalmente está afectado más de un sistema orgánico, pues éstos están interrelacionados y sus funciones se complementan. Esto hace que a veces tengamos que optar por una u otra dieta, eligiendo en cada momento la que trata al sistema que pone en mayor riesgo la vida de nuestro paciente.
Importancia del seguimiento
Dadas las respuestas individuales a los tratamientos, tanto al medicado como al dietético, deberemos realizar un seguimiento de la evolución del animal. Estos controles se planificarán según la enfermedad, evolución y edad del mismo.
Muchas veces el paciente deberá continuar consumiendo las dietas de prescripción una vez retirada la medicación farmacológica. No obstante, se debe recordar que son “de prescripción” o, lo que es lo mismo, son un tratamiento, por lo que requieren un seguimiento clínico, con unos controles periódicos.
Además, tenemos que explicar al propietario que este tipo de dietas se prescriben a un animal al que hemos explorado y diagnosticado, por lo que no debe suministrárselas a otro. No olvidemos que la composición de estos alimentos es distinta a la de los convencionales, por lo que pueden provocar alteraciones en los sistemas orgánicos de animales sanos.
El paciente suele continuar consumiendo la dieta de prescripción tras retirar la medicación Click Para Twittear*Extraído de: Julio Muñoz Giner. Qué son las dietas de prescripción veterinaria. Ateuves nº 9, pp. 14-19.