Material necesario para la extracción de sangre

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La obtención de la sangre es una práctica rutinaria que, bien hecha, es una herramienta esencial en el diagnóstico de enfermedades y un gran indicador del estado general de la mascota.

La sangre puede utilizarse para la determina­ción de muchos parámetros dentro de la medi­cina veterinaria. Con esta muestra biológica se pueden realizar diversas pruebas como un fro­tis sanguíneo, un hemograma, una bioquímica, pruebas inmunológicas o moleculares para la detección de distintos agentes patógenos.

Conocer qué pruebas se llevarán a cabo con la muestra de sangre es importante porque, depen­diendo de estas, se utilizará un tubo u otro para su recogida, la cantidad de muestra es diferente y, en algunos casos, también su conservación. Además, parámetros como la glucosa, requie­ren una mayor agilidad a la hora de procesar la muestra si se quieren obtener resultados fiables. Sin olvidar que un buen manejo del animal a la hora de extraer la sangre también evitará alte­raciones en los resultados de las pruebas, espe­cialmente en los gatos.

Por lo tanto, es importante recordar que la extracción de sangre no se limita únicamente a su obtención. Una correcta manipulación del animal y de todo el material necesario, así como la conservación y el transporte de la sangre hasta su procesado, asegurarán que los resul­tados obtenidos en el laboratorio sean fiables.

Los componentes de la sangre y cómo separarlos

La sangre está compuesta por glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma, que es la porción líquida rica en proteínas como albúmina, factores de la coagulación e inmunoglobulinas.

Dependiendo del material de laboratorio en el que se recoja y conserve la muestra, se puede mantener sin modificaciones para su posterior análisis o se pueden separar algunos de sus componentes. como el suero o el plasma.

La principal diferencia que existe entre el suero y el plasma sanguíneo es la presencia en el plasma de factores de coagulación, entre los que des­taca el fibrinógeno. En el suero, sin embargo, no se encuentran estos factores de coagulación, pero sí permanecen los anticuerpos.

Para conseguir el suero se necesita recoger la muestra en un tubo de tapón rojo o amarillo sin anticoagulante. Después, se deja reposar el reci­piente en vertical y a temperatura ambiente hasta que se forma el coágulo y posteriormente se cen­trifuga el tubo a 2.500-3.000 revoluciones por minuto durante 5-10 minutos para optimizar la separación del suero del resto de componentes.

Para separar el plasma, la muestra se deposita en un tubo con tapón verde que contiene hepa­rina como anticoagulante. Tras la extracción es importante homogeneizar la muestra dentro del tubo para ponerla en contacto con el anticoagu­lante. La muestra se centrifuga igual que para la separación del suero (figura 1).

Figura 1. Muestra de sangre sin centrifugar (primer plano) y plasma obtenido en tubos de heparina y citrato de sodio tras la centrifugación de la muestra.

Por lo tanto, antes de realizar la toma de muestra, debemos conocer qué pruebas diagnósticas se realizarán, y, en caso de no saberlo, realizar una extracción en todos los tubos que puedan necesi­tar en el laboratorio, ya que no todos sirven para separar los mismos componentes.

Material necesario para la extracción

Para que la obtención de la sangre pueda reali­zarse en el menor tiempo posible, y así evitar el estrés derivado de la manipulación del animal, lo primero que hay que hacer es preparar el material, no solo para la extracción de la mues­tra (agujas, jeringas o palomilla), sino también para la identificación (bolígrafo indeleble) y almacenamiento (tubos, gradilla si es posible) hasta su envío al laboratorio. En el cuadro se puede observar una lista del material necesa­rio (figura 2) para la extracción de sangre y los tipos de tubos (figura 3) que se utilizan con mayor frecuencia en medicina veterinaria. En la tabla 1 se resumen las principales pruebas para las que sirven los tubos y algunos consejos para su rellenado y conservación.

Figura 2. Parte del material necesario para la
extracción de sangre; es imprescindible el uso de
guantes.

Figura 3. Tubos utilizados en la extracción de sangre sin anticoagulante y con distintos anticoagulantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

Extraído de Irene Aguilar García, Miriam López González, Nélida Fernández Pato. Protocolo de extracción sanguínea: material, manejo del animal y pautas a seguir. Ateuves 84, págs. 14-18.

1 comentario

  1. Pingback: Manejo del paciente durante la extracción de sangre - Ateuves, para el auxiliar veterinario

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