Un estudio sin precedentes revela que el 81% de las muertes anestésicas en perros ocurren en el periodo posoperatorio, desencadenando una llamada de atención sobre la necesidad de mejorar los protocolos de recuperación.

El catedrático J.I. Redondo destaca la importancia de factores como la edad, la obesidad y la salud general del animal en el riesgo anestésico.
Liderado por el catedrático de Anestesiología Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, José Ignacio Redondo, este análisis global de más de 55.000 casos procedentes de 405 clínicas y hospitales veterinarios de 21 países de 4 continentes recopila datos reveladores. Destaca la importancia de factores como la edad, la obesidad y la salud general del animal en el riesgo anestésico, al tiempo que señala posibles medidas para incrementar la seguridad durante estos procedimientos. Sus últimos resultados acaban de ser publicados en Veterinary Record, una de las revistas científicas más prestigiosas en Veterinaria.
Este estudio, el primero realizado a nivel mundial, revela que el índice de mortalidad anestésica en perros se sitúa en el 0,69 %. Es decir, uno de cada 145 perros anestesiados muere por causas directamente atribuibles a la anestesia. Los datos obtenidos revelan, además, que en el 81 % de los pacientes la muerte se produce en el periodo posoperatorio, en las 48 horas posteriores a la anestesia, por lo que, según destaca el profesor Redondo, “donde hay que poner el foco para reducir el riesgo de mortalidad de los perros que son anestesiados es en la fase de recuperación”.
Factores de riesgo: edad y obesidad
Entre los factores de riesgo detectados, que se relacionan con una mayor mortalidad, destacan la edad avanzada, la obesidad y el estado general de salud del perro. El estudio también ha registrado una mayor mortalidad en:
- los procedimientos de urgencia
- las anestesias no urgentes y no programadas
- en anestesias cortas
Además, según destaca Redondo, “hemos identificado algunos factores que podrían hacer la anestesia más segura, entre ellos, algunos fármacos, como sedantes, analgésicos sistémicos e hipnóticos, que se relacionan con una disminución de la mortalidad. También el uso de las técnicas de anestesia locorregional reduce la probabilidad de muerte, lo que justifica y recomienda su uso, de acuerdo con los resultados obtenidos”.
Protocolos para mejorar la seguridad
Para el profesor Redondo, la importancia de estos resultados radica en que abren la puerta a elaborar directrices y estrategias que mejoren la seguridad de la anestesia en perros:
“Es necesario seguir investigando para perfeccionar los protocolos y explorar medidas adicionales para reducir los riesgos. Sin duda, la evaluación cuidadosa del paciente, la selección adecuada de los fármacos del protocolo anestésico y la monitorización perioperatoria son las tres áreas en las que los veterinarios podemos contribuir a reducir aún más la mortalidad anestésica en perros”.
Esta es la tercera fase del estudio de mortalidad anestésica en perros, denominado COMPLRED, que Redondo investiga desde hace más de 25 años. En este estudio, el profesor Redondo ha registrado también casi 15.000 anestesias en gatos, cuyos resultados están en fase de publicación.
Otras especies en investigación
Redondo participa en el estudio internacional más importante sobre mortalidad anestésica en caballos, CEPEF4. Está liderado por los veterinarios británicos especialistas en anestesia equina Polly Taylor y Mark Johnston. También participan expertos de las Facultades de Veterinaria de Edimburgo y Zúrich. Ha registrado más de 50.000 anestesias en caballos.