Exóticos – Ateuves, para el auxiliar veterinario https://ateuves.es Si eres auxiliar veterinario, Ateuves es la web donde encontrarás toda la información técnica y de actualidad que necesitas Fri, 05 Jun 2020 08:10:25 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.4 Problemas de comportamiento en psitácidas /problemas-de-comportamiento-en-psitacidas/ /problemas-de-comportamiento-en-psitacidas/#respond Fri, 05 Jun 2020 10:04:08 +0000 https://ateuves.es/?p=10229 “El término problema de comportamiento hace referencia a cualquier pauta de conducta de un animal doméstico que pueda causar lesión o enfermedad en el individuo que la manifiesta o en otros, o que resulte peligrosa o simplemente molesta para el propietario” (González, 2018) (figura 1). Para poder comprender cómo se expresan los problemas de comportamiento [...]

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“El término problema de comportamiento hace referencia a cualquier pauta de conducta de un animal doméstico que pueda causar lesión o enfermedad en el individuo que la manifiesta o en otros, o que resulte peligrosa o simplemente molesta para el propietario” (González, 2018) (figura 1).

Figura 1. Loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) con problemas de comportamiento. Muchos ejemplares de esta especie terminan siendo abandonados por el aumento de sus vocalizaciones en situaciones de estrés. Imagen cedida por la Dra. Ángela González y Hospital Veterinario Universitario Rof Codina.

Para poder comprender cómo se expresan los problemas de comportamiento en estas espe­cies y por qué se expresan, debemos recordar en qué invierte su tiempo un loro en libertad (figura 2):

  • 20-60 % de su tiempo acicalándose.
  • 40-60 % buscando comida.
  • 2-5 % vocalizando.
  • 10-40 % interaccionando socialmente.

Este desarrollo cambia de una forma impor­tante en los loros en cautividad, especialmente aquellos individuos que son empapillados a mano y no tienen contacto con individuos de su propia especie. Por ello, al alcanzar la madurez sexual, los comportamientos innatos pueden modificarse y convertirse en un comporta­miento que pueda perjudicar al propio animal o entrar en conflicto con el comportamiento humano. Además, este tipo de problemas son causa importante de abandono y eutanasia (Bradshaw, 2013; González, 2018).

Picaje

El problema del picaje o arrancado de las plu­mas ocupa un lugar muy importante en las afecciones de los loros (figuras 3 y 4). No es el problema de comportamiento más común, pero sí el que se consulta con más frecuencia al veterinario debido a que es impactante para los propietarios ver cómo su mascota se arranca las plumas, perdiendo la belleza por la que muchos dueños la adquieren, y es una de las principales causas de abandono. Se presenta más frecuen­temente en cacatúas, loros grises y periquitos australianos, mientras que en aves en libertad no hay descritos casos (Schratter, 2007).

Figura 3. Periquito australiano (Melopsittacus
undulatus) alojado en una pequeña jaula con signos de picaje en la zona del buche. Imagen cedida por Néstor Martínez.

Figura 4. Yaco (Psittacus erithacus) con principio de picaje por problemas de adaptación a su nuevo hogar. Imagen cedida por la Dra. Ángela González y Hospital Veterinario Universitario Rof Codina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es un signo clínico multifactorial, por lo que hay que investigar cuál es la causa concreta que lo produce. Es vital decidir si el ave se arranca las plumas por una enfermedad física o por una neu­rosis. Solo ocasionalmente se debe a deficiencias nutricionales y hormonales, aunque en la mayo­ría de las ocasiones se trata de un trastorno psí­quico debido a la falta de entretenimiento, poco espacio en sus jaulas y falta de pareja o soledad. También pueden influir en este problema la tem­peratura y la sequedad del ambiente, así como la alteración del fotoperiodo (Valderrama y Santi­llón, 1986; Meredith y Redrobe, 2007).

Las aves empiezan a arrancarse las plumas del pecho y de la cola hasta que esta situación se convierte en un vicio. Al poco tiempo ya no les causa dolor y lo hacen por distracción. En ocasiones, la pluma se puede romper en vez de desprenderse en su totalidad impidiendo el crecimiento de nuevas plumas y quedando el loro con áreas ausentes de plumas. Además, el hecho de arrancarse las plumas también puede producir hemorragias, daño folicular y favore­cer procesos infecciosos secundarios (Valde­rrama y Santillón, 1986) (figuras 57).

Agresividad

Estas aves pueden infligir un daño importante con sus poderosos picos, por tanto, este pro­blema de comportamiento debe ser detenido pronto, ya que implicaría un problema de salud pública (Beynon et al., 1996).

En la naturaleza, estos animales comienzan a emplear sus picos en maniobras de juego o afec­tivas con otros individuos de su grupo. Especies de guacamayos, y también de amazonas, usan sus picos en comportamientos de dominancia (Luescher, 2006).

El tratamiento para este comportamiento debe comenzar a edades tempranas, evitando las situaciones que lleven al ave a mostrar agre­sividad. La alimentación directamente desde la mano del propietario puede ser un buen método para evitar esta actitud. Algunos pro­pietarios emplean el castigo como simular un terremoto en la jaula o realizar un soplido en la cara del animal tras un acto de agresividad. Sin embargo, el castigo no está recomendado al ser animales altamente inteligentes y sociables, ya que provoca que disminuya enormemente la afectividad hacia el dueño (González, 2018; Beynon, Forbes y Lawton, 1996).

Vocalización excesiva

Usan las vocalizaciones como contacto entre miembros del grupo, alarma frente a depreda­dores, localización de crías y pareja o llamadas para el vuelo (Schratter, 2007).

Sin embargo, al estar enjaulados, aumenta el tiempo que le dedican a este comportamiento, convirtiéndose así en una actitud muy molesta y difícil de modificar para el propietario (Gon­zález, 2018; Schratter, 2007).

Algunos individuos aprenden que su propieta­rio les prestará atención cuanto más vocalicen; es fundamental que el dueño no le ofrezca al loro la atención que está demandando durante los episodios de vocalizaciones, puesto que de esta forma se refuerza este comportamiento negativo (González, 2018).

Sedentarismo

Estas aves, que se encuentran siempre en cautive­rio, realizan mucho menos gasto metabólico que si se encontraran en libertad, ya que sus movi­mientos son más limitados y, por tanto, el ejer­cicio que realizan es mucho menor. Esto puede contribuir, si se acompaña de dietas ricas en gra­sas y pobres en colina, metionina y biotina, a la aparición de una lipidosis hepática y, por ende, de depósitos de grasa bajo la epidermis que de forma eventual pueden ocasionar dificultad para volar o respirar (Meredith y Redrobe, 2007).

Medidas de mejora

Es importante comenzar por asegurarse de que el animal tenga un alojamiento adecuado. Las con­diciones mínimas de espacio sugeridas son aque­llas que permiten que el ave pueda girar sobre sí misma con las alas extendidas sin chocar con nin­guna de las barras de la jaula. Sin embargo, estas sugerencias no suelen implicar un completo bien­estar en el ave (Anderson, 2003; Fouce, 2018).

El animal debe disponer en su jaula de perchas, preferiblemente de madera de frutal, para sal­tar de una a otra libremente facilitando de esta forma una adecuada superficie de agarre (Mere­dith y Redrobe, 2007). Son totalmente inade­ cuadas las jaulas de base redonda y barrotes verticales ya que no pueden trepar. Sin embargo, se debería permitir que el ave saliera de la jaula a voluntad, convirtiendo la jaula en un lugar de tranquilidad y descanso para el animal, en vez de una prisión (Fouce, 2018) (figuras 8 y 9).

Figura 8. Guacamayo azulamarillo (Ara arauna) (A) y Cotorra Nanday (Nandayus nenday) (B) con espacio y elementos disponibles para un adecuado bienestar psicológico. Imagen cedida por la Dra. Ángela González y Hospital Veterinario Universitario Rof Codina.

Figura 9. Ninfa (Nymphicus
hollandicus) con libertad para volar
durante las horas de luz. Imagen cedida por Javier Cánovas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A las aves les gusta observar a su cuidador desde un lugar elevado, y esto también les ayuda a sentirse seguros. Por lo tanto, la jaula no deberá nunca estar en el suelo sino, por lo menos, a la altura de los ojos (Fouce, 2018).

Algunas medidas para incentivar el forrajeo pueden ser:

  • Un trozo de madera no tratada perforado con agujeros en los cuales introducimos semillas. La recompensa debe ser visible, pero no acce­sible fácilmente para que sea un mayor reto o desafío (González, 2018).
  • Juguetes rompecabezas que requieran que las aves desenrosquen piezas o manipulen sus componentes para obtener su premio (Gon­zález, 2018).

Otras actividades que animan a los pájaros a desarrollar un comportamiento normal:

  • Rociarles ligeramente con agua humedecerá el plumaje y estimulará al pájaro a acicalarse (Meredith y Redrobe, 2007; Doneley, 2011).
  • Proporcionarles objetos que puedan picotear y destruir, como juguetes de madera no tóxica o huesos de sepia entre otros. Estos últimos se caracterizan porque además son una gran fuente de calcio que complementa su dieta, la cual suele ser deficitaria en este mineral, y así sus huesos se fortifican y regeneran. Además, estos huesos son ricos en oligoelementos, lo que ayuda a mudar el plumaje y a que crezca más fuerte y colorido (Valderrama y Santi­llón, 1986; Doneley, 2011).

Conclusión

La incapacidad de vivir, moverse e interactuar de acuerdo con los cánones de la especie supone una situación constante de estrés perjudicial para la salud de las aves que viven en cautivi­dad. Las condiciones en una jaula son total­mente diferentes de las naturales con relación a la socialización, oportunidades de forrajeo y alimentación, sonidos y, en general, ambiente que les rodea (Anderson, 2003; Fouce, 2018).

Aunque los loros en libertad también sufren sucesos estresantes como la predación, han desarrollado estrategias evolutivas que les per­miten una mejor adaptación a las condiciones ambientales (Bradshaw, 2013).

Por otro lado, el cautiverio les priva no solo de las actividades físicas y sociales propias de su espe­cie, sino también de un factor esencial para su bienestar: el “libre albedrío” (Bradshaw, 2013).

Bibliografía disponible en www.ateuves. grupoasis.com/bibliografias/psitacidas84.doc

Extraído de Javier Cánovas Martínez, Carmen Manzanares Ferrer y Néstor Martínez Calabuig. Manejo de psitácidas en cautividad, Ateuves 84, págs. 24-29.

 

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Peligros potenciales en el hogar para las psitácidas /peligros-potenciales-en-el-hogar-para-las-psitacidas/ /peligros-potenciales-en-el-hogar-para-las-psitacidas/#respond Fri, 29 May 2020 09:43:02 +0000 https://ateuves.es/?p=10199 Fuera de su hábitat estas aves están expuestas a una serie de factores que pueden perjudicar tanto su estado de salud como la convivencia con sus propietarios. Quemaduras Las quemaduras afectan con frecuencia a los loros que vuelan libres por casa. Algunas de las causas más importantes de quemaduras son los radiadores y fogones encendidos. [...]

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Fuera de su hábitat estas aves están expuestas a una serie de factores que pueden perjudicar tanto su estado de salud como la convivencia con sus propietarios.

Quemaduras

Las quemaduras afectan con frecuencia a los loros que vuelan libres por casa. Algunas de las causas más importantes de quemaduras son los radiadores y fogones encendidos. Las plumas deben ser eliminadas hasta un centímetro alre­dedor de la lesión provocada para permitir la aplicación de fármacos y la aireación. Se debe realizar un frotis para descartar infecciones y se debe asegurar una correcta hidratación de la quemadura (Beynon et al., 1996).

Una importante causa de muerte en loros papi­lleros se debe a la administración de papilla demasiado caliente. Este hecho provoca graves quemaduras en el buche que son visibles por una zona eritematosa en la piel alrededor del buche y que podrían llegar a crear una fístula (Beynon et al., 1996).

Traumatismos y heridas

El vuelo libre por casa encierra muchos peli­gros, especialmente para los loros jóvenes. Se pueden eliminar algunos peligros potenciales antes de soltarlos por casa.

Es importante comprobar que estén bien cerra­das todas las ventanas y cubrirlas con cortinas, ya que al principio no son capaces de identificar los vidrios como superficies que delimitan el espa­cio, por lo que se estrellan contra ellos y pueden lesionarse gravemente (Anderson, 2003).

Estas aves prefieren descansar en lugares eleva­dos, incluyendo el canto superior de las puertas abiertas, desde donde pueden observar toda la habitación. Ahí es donde más fácilmente puede producirse un accidente si la puerta se cierra de repente (Fouce, 2018).

También debemos tener en cuenta que si el loro convive con otras especies se pueden producir ataques por estos animales (perros, gatos o hurones) (Anderson, 2003).

Fotoperiodo/contaminación lumínica

Este tipo de aves necesita unas horas de luz y oscuridad que se ajusten lo mejor posible a las zonas tropicales. Un periodo de luz excesivo desempeña un papel muy importante en la apa­rición de problemas de comportamiento y des­órdenes reproductivos (Luescher, 2006).

En general, se debe determinar un fotope­riodo de doce horas de luz y doce de oscuri­dad. Es importante también, durante las horas de oscuridad, la ausencia de ruidos. Las doce horas de oscuridad se pueden conseguir fácil­mente cubriendo la jaula con una simple manta (Fouce, 2018).

Toxicidad y electrocuciones

La intoxicación por metales pesados es un pro­blema que se presenta habitualmente en aves de compañía. Las más frecuentes suelen ser por cobre, plomo y cinc. Estos componentes pueden encontrarse en jaulas o juguetes de baja calidad fabricados con latón (aleación de cobre y cinc). Los loros desarrollan muchas actividades con el pico y cualquier objeto que esté a su alcance es posible que sea picoteado. Las aves que puedan estar libremente por la casa pueden ser suscep­tibles a electrocutarse por picar cables de luz (Schratter, 2007; Martorell, 2009).

El cuadro clínico en las intoxicaciones es muy variable ya que hay muchos factores implicados como el tipo de metal, la cantidad ingerida y la cantidad presente en el material entre otros, por lo que en estos casos será muy importante reali­zar una correcta y detallada anamnesis (Marto­rell, 2009; Puschner y Poppenga, 2009).

También se pueden dar casos de intoxicación por consumo de algunas plantas como el tejo, aguacate, acacia blanca o enredadera clematis, pero son bastante infrecuentes y algunos autores consideran que esto puede deberse a su rápido tránsito gastrointestinal (Martorell, 2009).

El humo de las cocinas y del tabaco es muy perjudicial para las aves que se encuentran en contacto directo con él. Uno de los gases más letales para estos animales es el politetrafluo­roetileno que se emite al calentar el teflón de las sartenes y ollas; si bien no es tan perjudicial para mamíferos, causa graves problemas respi­ratorios en aves (Martorell, 2009).

Bibliografía disponible en www.ateuves. grupoasis.com/bibliografias/psitacidas84.doc

Extraído de Javier Cánovas Martínez, Carmen Manzanares Ferrer y Néstor Martínez Calabuig. Manejo de psitácidas en cautividad, Ateuves 84, págs. 24-29.

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Manejo de las psitácidas en cautividad /manejo-de-las-psitacidas-en-cautividad/ /manejo-de-las-psitacidas-en-cautividad/#comments Fri, 22 May 2020 10:13:53 +0000 https://ateuves.es/?p=10176 Fuera de su hábitat estas aves están expuestas a una serie de factores que pueden perjudicar tanto su estado de salud como la convivencia con sus propietarios. En la actualidad, este tipo de aves viven como mascotas en gran multitud de casas y zoológi­cos. Sin embargo, son animales habituados a otros ambientes completamente diferentes y, [...]

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Fuera de su hábitat estas aves están expuestas a una serie de factores que pueden perjudicar tanto su estado de salud como la convivencia con sus propietarios.

En la actualidad, este tipo de aves viven como mascotas en gran multitud de casas y zoológi­cos. Sin embargo, son animales habituados a otros ambientes completamente diferentes y, por tanto, no están adaptados genéticamente para vivir como animales de compañía.

En cautividad pueden estar expuestos a una serie de factores que podrían afectar a su salud y, por tanto, a su estado mental. Encontramos situa­ciones como las quemaduras, intoxicaciones y traumatismos con diferentes artefactos y en distintas situaciones dentro del hogar. Además, por la diferencia de clima con su hábitat natural, necesitarán unas sencillas medidas para procurar unos ciclos circadianos correctos. Si no se con­trolan todos estos factores externos, causarán un estrés en las aves que podrá provocar diversos problemas de comportamiento como el picaje, la agresividad y las vocalizaciones excesivas, lo que supondrá un grave problema de convivencia con los miembros de la familia y otras mascotas.

¿Qué es un loro?

En primer lugar, es necesario definir el concepto de loro, nombre común que se aplica a unas 353 especies de aves de brillante colorido que incluyen entre otras a las cacatúas, los loritos, los agapor­nis, los guacamayos, los periquitos, los papaga­yos, las cotorras y las amazonas (Fouce, 2018).

Casi un tercio de esas especies se encuentran en peligro de extinción debido a una destrucción de su hábitat y al aumento de su captura para el comercio como mascotas. Además, existe una organización ilegal de cazadores furtivos que contribuye a esta destrucción, ya que actual­mente no existe un sistema de anillaje que per­mita distinguir, sin lugar a duda, qué aves han sido capturadas legalmente y cuáles ilegalmente (Bradshaw, 2013; Fouce, 2018).

Este grupo de aves se caracteriza por su elevada inteligencia y sociabilidad, rasgos que junto a su capacidad para imitar la voz humana y su lon­gevidad han hecho que, en muchos países, se adopten como animales de compañía (Ander­son, 2003; Olah et al., 2016).

Comportamiento normal de las psitácidas en libertad

En un principio, se pensaba que los loros se encontraban en un término medio entre colum­biformes (palomas y tórtolas) y cuculiformes (cucos y turacos). Sin embargo, a finales del siglo XX, mediante criterios de clasificación moleculares y no morfológicos, se les colocó más próximos a los cuculiformes, alejándolos de los columbiformes (Ravazzi y Conzo, 2016; Fouce, 2018).

Para entender el comportamiento de estas aves es necesario conocer su comportamiento en libertad. Después de todo, la mayoría de las aves enjauladas son generaciones extraídas de su medio salvaje (Doneley, 2011).

Diferentes ambientes y presiones ambientales han conformado el comportamiento caracterís­tico de estas aves, por lo que es extremadamente complicado establecer reglas para las múltiples especies de loros existentes. Sin embargo, hay algunas generalidades que pueden ser asumidas (Doneley, 2011).

En libertad, las interacciones sociales de los polluelos durante los primeros días están limita­das a sus hermanos y padres (Luescher, 2006).

Tras la aparición del plumaje, la mayoría de estas especies aprenden a socializar por el con­tacto con otras aves de su bandada. Es a partir de ese momento cuando el animal comienza a aprender las habilidades sociales de su especie. Este periodo de socialización les enseña a reco­nocer y a localizar la comida, identificar preda­dores y habilidades de supervivencia (Luescher, 2006; Doneley, 2011). Algunas de estas habili­dades se desarrollan de forma innata o instin­tiva, pero otras son aprendidas. Además, se ven reforzadas por la respuesta que el animal recibe (Doneley, 2011).

Bibliografía disponible en www.ateuves. grupoasis.com/bibliografias/psitacidas84.doc

Extraído de Javier Cánovas Martínez, Carmen Manzanares Ferrer y Néstor Martínez Calabuig. Manejo de psitácidas en cautividad, Ateuves 84, págs. 24-29.

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Procedimientos clínicos y enfermedades de las gallinas mascota /procedimientos-clinicos-y-enfermedades-de-las-gallinas-mascota/ /procedimientos-clinicos-y-enfermedades-de-las-gallinas-mascota/#respond Fri, 14 Feb 2020 09:40:22 +0000 https://ateuves.es/?p=9756 En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente. Procedimientos clínicos habituales Existen una serie de procedimientos rutinarios que ayudarán al diagnóstico con los que se debe estar familiarizado. Técnicamente no se diferen­cian demasiado [...]

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En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente.

Procedimientos clínicos habituales

Existen una serie de procedimientos rutinarios que ayudarán al diagnóstico con los que se debe estar familiarizado. Técnicamente no se diferen­cian demasiado de los realizados en otras aves, aunque el manejo del animal y la patogenia que presentan las gallinas sí será diferente.

Citología de buche

Se trata de un procedimiento sencillo en el que se toma una muestra superficial de la mucosa del buche con la ayuda de un hisopo estéril que posteriormente se extiende sobre un portaob­jetos. La tinción de esta muestra ayuda, como en otras aves, a reconocer procesos inflamato­rio-infecciosos que afecten a este órgano.

Hisopados orofaríngeos-cloacales

La toma de muestras orales o cloacales está indicada en casos de enfermedades respirato­rias, problemas digestivos o para la detección de patógenos en animales asintomáticos (p. ej.: Salmonella spp. en muestra cloacal). Las mues­tran pueden utilizarse para realizar citologías, cultivos o PCR para ciertos patógenos.

Estudio coprológico

Se trata de una técnica imprescindible en todos los casos. Las muestras fecales pueden proce­sarse inmediatamente para su observación en fresco, realizar concentraciones o flotaciones para detectar ciertos parásitos o procesar cul­tivos fecales. Frecuentemente se encuentran parasitosis intestinales importantes en gallinas, a diferencia de lo que sucede en otras aves.

Venopunción

La obtención de muestras de sangre se realiza de la misma manera que en otras aves con la finalidad de obtener un hemograma y bioquí­mica completos. Se puede utilizar la vena yugu­lar, basilar o metatarsal. En casos en los que se requiera la toma de una vía intravenosa, el autor prefiere reservar las venas metatarsianas para este fin.

Sondaje de buche

La técnica es idéntica a la toma de muestras para citologia y no se diferencia demasiado del manejo que se realiza en otras aves. El sondaje se suele utilizar para alimentación, hidratación forzada, administración de medicaciones orales o lavados terapéuticos. Se recomienda utilizar sondas metálicas o de goma de gran calibre.

Enfermedades frecuentes

Peritonitis por yema

Es una de las enfermedades reproductivas más frecuentes en hembras. Se debe a la reacción inflamatoria producida por la presencia de una yema libre en la cavidad celómica que deriva en una peritonitis inicialmente no infecciosa. Las causas de presentación pueden ser variadas como traumatismos, enfermedades infecciosas o neoplásicas (figura 1) y los signos clínicos inespecíficos. Deben realizarse analíticas com­pletas de sangre y pruebas de imagen, ecogra­fía preferentemente, para llegar al diagnóstico definitivo. El tratamiento incluye las medidas de soporte generales (fluidoterapia, alimenta­ción forzada, temperatura) antibioterapia y, en ocasiones, punciones celómicas para drenar el contenido. En casos avanzados puede nece­sitarse cirugía con el fin de realizar lavados o esterilización quirúrgica.

Figura 1. Carcinomatosis y peritonitis por yema debido a adenocarcinoma ovárico.

Prolapso cloacal

El prolapso cloacal es frecuente en gallinas ponedoras a causa de una mala alimentación, estrés y una consecuente puesta anómala. A la exteriorización de la mucosa cloacal suele acompañarle tejido uterino que se lesiona y úlcera con facilidad debido al picaje de la zona por el propio animal (figura 2). Los signos sue­len ser decaimiento, anorexia y retención de heces. Se debe realizar un vaciado del conte­nido cloacal además de una desinfección, des­bridado del tejido necrótico y recolocación de las estructuras no lesionadas. Es recomendable inhibir la puesta hormonalmente (de forma temporal) o incluso la esterilización quirúrgica para evitar recidivas.

Figura 2. Prolapso cloacal con afectación uterina debido a malnutrición.

Impactación del buche

La ingestión de material no alimenticio en gran cantidad, comúnmente hierba o sustratos como el papel o viruta de madera, puede ocasionar la obstrucción del buche generando inflamación y acumulación de alimento. Suele ser un proceso que pasa inadvertido hasta que el animal muestra signos de debilidad; el buche aumenta de volu­men y está firme, lleno de contenido. Se deben realizar pruebas de imagen y citologías del mismo para averiguar la causa. El tratamiento suele requerir cirugía para retirar el material extraño.

Pododermatitis

La obesidad o el sustrato inadecuado pueden ocasionar lesiones en las extremidades inferio­res a nivel plantar, sobre todo en razas de gran porte. Las lesiones se diferencian según la gra­vedad en varios grados, desde lesiones superfi­ciales hasta úlceras profundas con compromiso de estructuras óseas. En todos los casos deberá instaurarse un tratamiento analgésico y anti­séptico local. La antibioterapia sistémica pro­longada e incluso el desbridamiento quirúrgico serán necesarios en casos avanzados.

Coccidiosis

Se trata de una enfermedad parasitaria causada por ciertas especies de protozoos del género Eimeria que cursa con un cuadro de diarreas. Aunque es frecuente encontrar cuadros sub­clínicos, en algunos casos llegan a ocasionar lesiones hemorrágicas en el intestino delgado o ciego dependiendo de la especie implicada. Su transmisión es feco-oral y su diagnóstico se basa en análisis coprológicos. El tratamiento es médico, generalmente con productos antipara­sitarios mezclados en agua o comida.

Salmonelosis

Existen numerosas bacterias del género Sal­monella que pueden infectar a las gallinas y no todas ellas ocasionan enfermedad en los anima­les. La pullorosis, por ejemplo, es una infección grave por S. pullorum que causa diarreas y gran mortalidad en pollitos. En cambio otras especies como S. enteritidis pueden estar presentes en los animales sin ocasionar enfermedad, aunque en este caso el motivo de preocupación es el poten­cial zoonótico del microorganismo, es decir, su capacidad para infectar y producir enfermedad en el ser humano. Existen vacunas para algunas especies de salmonelas que se utilizan sobre todo en explotaciones avícolas.

Enfermedad de Marek

Se trata de una enfermedad neoplásica causada por un alfaherpesvirus. El virus se encuentra muy extendido, aunque la infección no siem­pre ocasiona enfermedad. Esta se da cuando el virus, que infecta tejido linfoide, induce la for­mación de tumores en diferentes órganos. El cuadro típico es de parálisis por afectación del nervio ciático. El diagnóstico es difícil ante mor­tem y no existe tratamiento aunque se dispone de vacunación frente al virus.

Extraído de Luis Magen LV MSc El Kau Veterinari. La medicina de gallinas mascota. Ateuves 83, págs. 22-25.

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La campaña #ItTakesTwo defiende la importancia de que los conejos vivan en parejas /la-campana-ittakestwo-defiende-la-importancia-de-que-los-conejos-vivan-en-parejas/ /la-campana-ittakestwo-defiende-la-importancia-de-que-los-conejos-vivan-en-parejas/#respond Tue, 21 Jan 2020 10:38:07 +0000 https://ateuves.es/?p=9594 Los conejos se benefician enormemente de vivir con otros de su especie, ya que la compañía tiene un efecto positivo en su salud, comportamiento, bienestar emocional y regulación de su temperatura. Algunos de los principales organismos veterinarios del Reino Unido se han unido para crear una serie de recomendaciones para ayudar a mejorar el bienestar [...]

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Los conejos se benefician enormemente de vivir con otros de su especie, ya que la compañía tiene un efecto positivo en su salud, comportamiento, bienestar emocional y regulación de su temperatura.

Algunos de los principales organismos veterinarios del Reino Unido se han unido para crear una serie de recomendaciones para ayudar a mejorar el bienestar de los conejos.

En un informe conjunto publicado recientemente, la British Veterinary Association (BVA), la British Small Animal Veterinary Association (BSAVA) y la British Veterinary Zoological Society (BVZS) han pedido una mayor conciencia de los beneficios para la salud y el bienestar de los conejos domésticos de convivir en parejas compatibles.

Una mascota muy popular

Según el Informe de Bienestar Animal de la PDSA de 2019, los conejos son el tercer mamífero mascota más popular del Reino Unido. Sin embargo, sus necesidades siguen siendo muy mal entendidas.

Más formación en la carrera

Una encuesta de la BVA a veterinarios del Reino Unido mostró que el 73 % había atendido a conejos que no tenían todas sus necesidades de bienestar cubiertas y, de los conejos que atendieron, el 42 % no convivía con otros de su especie. El informe recomienda una mejor integración de la medicina y la cría de conejos en el plan de estudios de veterinarios y auxiliares para asegurar que se lleva a cabo su manejo y tratamiento con confianza.

#ItTakesTwo

También recomienda que el personal de la clínica asesore y eduque a los propietarios sobre la importancia de alojar a los conejos de compañía en parejas compatibles; es decir, dos del mismo sexo (preferiblemente castrados) o del sexo opuesto castrado, así como los beneficios para la salud de la castración.El informe señala que los vendedores de mascotas deben informar a los posibles propietarios de que los conejos no deben ser alojados solos, así como aconsejar sobre las mejores prácticas y garantizar que solo se les vendan recintos con el espacio adecuado para albergar a dos conejos.

Las asociaciones también están alentando a los profesionales veterinarios y auxiliares a compartir el mensaje bajo el hashtag #ItTakesTwo.

Falta de bienestar

El presidente de la BVZS, Peter Kettlewell, dijo: “Los conejos son la tercera mascota más popular en el Reino Unido y, por desgracia, sus necesidades de salud y bienestar a menudo no se satisfacen”. Además añadió que: “Cuanto mejores sean las condiciones en las que mantenemos a los conejos, menos problemas de bienestar y de salud tendrán durante sus vidas. Junto con la dieta correcta, mantener a los conejos en grupos sociales adecuados es vital para tener mascotas sanas y felices. La buena comida y la buena compañía hacen que el conejo goce de una mejor salud”, afirmó.

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La medicina de gallinas mascota (I) /la-medicina-de-gallinas-mascota-i/ /la-medicina-de-gallinas-mascota-i/#comments Fri, 29 Nov 2019 09:44:18 +0000 https://ateuves.es/?p=9446 En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente. Tradicionalmente las aves de granja, especial­mente las gallinas, se han mantenido y seleccio­nado genéticamente para su explotación ya sea en forma de carne o huevos. [...]

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En la actualidad el mantenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas es algo habitual, por lo que el auxiliar debe conocer las diferencias con otras aves y manejarlas correctamente.

Tradicionalmente las aves de granja, especial­mente las gallinas, se han mantenido y seleccio­nado genéticamente para su explotación ya sea en forma de carne o huevos. El manejo sanita­rio de estos animales está enfocado a maximi­zar la producción y minimizar los costes, y suele llevarse a cabo por veterinarios especializados en producción avícola. En la actualidad, el man­tenimiento como mascota de pequeños grupos de gallinas empieza a extenderse, sobre todo en países como Estados Unidos o Gran Bretaña. Este nuevo concepto de animal de compañía aplicado a estas aves conlleva un cambio de  perspectiva sanitaria del propietario hacia sus animales, y cada vez se demandan más pro­fesionales veterinarios con conocimientos en medicina de aves de corral con un enfoque individualizado de los animales. El veterinario clínico especializado en aves es el profesional indicado para asumir esta responsabilidad.

Este artículo tiene como objetivo servir al auxi­liar veterinario como una pequeña introduc­ción a la medicina de gallinas incidiendo en las diferencias con otras aves y dar pautas para su correcto manejo.

En este artículo nos referiremos en todo momento como “gallinas” a ejemplares de la especie Gallus gallus domesticus. Existen numerosas razas con aptitudes diferentes como razas de puesta, de carne o puramente ornamentales. Esta distinción no se aplicará en este artículo, puesto que es posi­ble mantener cualquier raza (o híbrido) como animal de compañía.

Generalidades

La gallina es un ave corredora de pequeño-me­diano porte originaria del continente asiático, de costumbres diurnas, alimentación omnívora y características precociales. En cautividad suelen mantenerse grupos de hembras con la posibili­dad de la presencia de un único macho, ya que el carácter territorial de estos ocasiona conflictos ante la presencia de otro macho (figura 1).

Figura 1. Grupo de ejemplares jóvenes en un recinto exterior.

En general, es recomendable disponer de recin­tos vallados exteriores con disposición de habi­táculos para su resguardo y protección contra posibles depredadores. En el caso de manteni­miento en recintos interiores se deberá disponer de una buena ventilación de la zona y control de la temperatura y humedad.

En cuanto a la alimentación, debemos tener en cuenta que las necesidades nutricionales de los animales variarán de acuerdo a sus caracterís­ticas (razas cárnicas o de puesta), a su edad y estado fisiológico (pollito recién nacido, juvenil en crecimiento, hembra en puesta o macho). Una nutrición incorrecta puede ocasionar pro­blemas en el crecimiento, desviaciones angulares óseas o problemas tendinosos como perosis por déficit de minerales y vitaminas, e incluso enfer­medades graves en adultos como la urolitiasis y gota úrica por desequilibrios en el consumo de calcio. Hoy en día existen piensos completos for­mulados para estas necesidades y se debe elegir el que mejor se adapte a estos pacientes.

En la consulta

El transporte del animal a la consulta debe rea­lizarse en habitáculos protegidos para evitar el estrés. Una vez allí, debe realizarse una anam­nesis completa del animal que incluya informa­ción sobre el alojamiento, número de animales del grupo, nutrición, y puestas si son hembras. En caso de disponer de ella, debe consultarse la historia clínica del animal o incluso de otros animales del mismo grupo.

Se iniciará la exploración del animal con un pri­mer examen visual desde una cierta distancia, observando la calidad del plumaje, comporta­miento, patrón respiratorio, postura, y loco­moción (figura 2). En general, las gallinas son animales curiosos que inspeccionarán visual­mente su alrededor adoptando una postura erguida. Se deben reconocer posturas anóma­las frecuentes como el embolamiento. Antes de pasar al examen físico se deben observar las deposiciones, si las hay, y recoger una muestra para su análisis.

Figura 2. Animal embolado con mal aspecto de plumaje y postura anómala.

Exploración física

Para realizar la exploración física se deben conocer las técnicas para un correcto manejo. Una buena opción es bloquear las alas con una mano y sujetar el animal por las extremidades (figura 3). Se debe prestar especial atención a los afilados espolones que presentan algunos gallos.

Figura 3. Manejo correcto del animal: se han de sujetar las extremidades y la zona pectoral.

Se debe realizar una exploración sistematizada del paciente; el autor prefiere realizarla empe­zando por la cabeza del animal y acabando por sus extremidades. De esta manera, hay que fijarse especialmente en el color de las muco­sas (conjuntiva y coana), que debe ser rosado, inspeccionar la cavidad oral y narinas en busca de lesiones o secreciones, y comprobar el color de la cresta y las carúnculas (figura 4). A conti­nuación se inspecciona y palpa el buche, que se sitúa en el lado derecho del cuello y debe notarse blando y fluctuante. Es común encontrar enfer­medades que causan una sobredistensión o impactación de buche.

Figura 4. Hemorragia abundante debida a lesiones en la cresta de una hembra.

Se ha de palpar la quilla en busca de asimetrías o fracturas. La extensión de las alas permitirá la palpación de huesos lar­gos, inspección del patagio, del plumaje del ala y la comprobación del tiempo de relleno capilar en la vena basilar (normal: TRC<2 s). En este momento se puede realizar la auscultación y comprobar la frecuencia cardiaca (normal: 140- 240 lpm) y respiratoria (normal: 15-30 rpm). La exploración finaliza con una palpación de la cavidad celómica y una inspección y palpación de las extremidades inferiores (figura 5).

Figura 5. Detalle de los espolones (limados) de un macho.

Extraído de Luis Magen LV MSc El Kau Veterinari. La medicina de gallinas mascota. Ateuves 83, págs. 22-25.

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Problemas dentales en conejos /problemas-dentales-en-conejos/ /problemas-dentales-en-conejos/#respond Fri, 25 Oct 2019 09:00:00 +0000 https://ateuves.es/?p=9309 Los dientes de los conejos están en continuo crecimiento durante su vida. Los principales problemas dentales que presentan estas mascotas son el sobrecrecimiento excesivo por falta de desgaste o la malformación o mal alineamiento de los dientes. ¿Cómo prevenirlos? La hierba es lo que el conejo comería en la naturaleza más que cualquier otra cosa. [...]

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Los dientes de los conejos están en continuo crecimiento durante su vida. Los principales problemas dentales que presentan estas mascotas son el sobrecrecimiento excesivo por falta de desgaste o la malformación o mal alineamiento de los dientes.

¿Cómo prevenirlos?

La hierba es lo que el conejo comería en la naturaleza más que cualquier otra cosa. Y los conejos domésticos están a tan solo un paso de sus primos salvajes, por lo que su dieta debería ser muy similar. Es difícil proporcionar suficiente hierba durante todo el año y el heno es un excelente sustituto, por lo que, por simplicidad, hablaremos de heno cuando también nos referimos a la hierba.

El heno contiene un tipo especial de fibra que se llama ‘fibra larga’. Es tremendamente importante para que el intestino funcione correctamente, pero también para cumple una función muy importante para los dientes del conejo, porque se mastica de lado a lado, y eso es lo que desgasta los molares. Ninguna otra comida consigue este efecto. También contiene sílices que ayudan a desgastar los molares.

¿Cómo identificarlos cuando aparecen?

Los problemas dentales son la causa en muchas ocasiones de que el conejo no se alimente adecuadamente. Incluso los conejos con dientes correctamente alineados y una buena dieta pueden notar algún estímulo extraño, por lo que si hay una pérdida de apetito es importante revisar todos los dientes.

Es importante también que el propietario revise regularmente la mandíbula de su mascota. Si está lleno de hendiduras, debe pedirle a su veterinario que le examine los dientes. Las mandíbulas desiguales a menudo significan que hay sobrecrecimiento de raíces dentarias y una posible infección.

Además, si elconejo comienza a tener los ojos llorosos, nuevamente, hay que sospechar de un problema dental. Si las raíces superiores crecen demasiado, o si hay una infección en ellas, los conductos lagrimales pueden bloquearse y las lágrimas caerán por la cara en lugar de drenarse por los conductos lagrimales y por la nariz.

En otras ocasiones puede producirse la pérdida de un diente. Esto es más común en conejos mayores, y especialmente si han tenido problemas dentales durante su vida. El diente que crece debajo (o arriba) del que falta, no tendrá nada contra lo que limarse, por lo que no se desgastará y crecerá en exceso. Por tanto, tendrá que ser limado con regularidad.

Es importante informar al propietario de que un problema dental no se resolverá por sí mismo. Si el conejo está muy incómodo el cuadro solo empeorará. Cuanto antes se administre el tratamiento adecuado mejor será el resultado y los problemas más serios a menudo se pueden prevenir con unos cuidados básicos.

¿Cómo tratarlos?

Otoscopio

Normalmente se utiliza un otoscopio para ver bien los dientes posteriores y ver si hay abrasiones dentro de la boca del conejo. Para la mayoría de los conejos este es un procedimiento incómodo y, además, cuando tienen problemas dentales empeoran con bastante rapidez y es probable que se encuentre muy dolorido e incómodo cuando acuda a consulta. En ocasiones puede ser necesario sedar al animal para poder abrirle la boca y examinar bien toda la cavidad.

Los dientes nunca se deben recortar ya que puede causar división y favorecer la infección de la raíz del diente. En cambio, deben limarse con una herramienta eléctrica bajo anestesia, ya que hay mucho menos peligro de que el conejo mueva la cabeza y se dañe el tejido blando dentro de la boca.

Otras consecuencias de los problemas dentales

Dentro de la cabeza de un conejo hay una red de cavidades y las infecciones se propagan fácilmente entre ellas. Esto significa que los problemas dentales pueden tener efectos colaterales.

Las infecciones en las raíces de los dientes a menudo están relacionadas con otros problemas graves, como infecciones del oído, infecciones respiratorias, abscesos retrobulbares (detrás del ojo) e incluso infecciones del oído medio e interno que conducen a la inclinación de la cabeza.

Rabbit Dental Problems. Rabbit Welfare Association & Fund. 

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¿Qué necesita comer un cobaya? /que-necesita-comer-un-cobaya/ /que-necesita-comer-un-cobaya/#respond Tue, 10 Sep 2019 09:28:13 +0000 https://ateuves.es/?p=9112 A pesar de ser una mascota cada vez más popular, muchos propietarios desconocen sus requerimientos nutricionales básicos. Cada vez son más los cobayas (también llamados conejillos de indias) que se adquieren como animales de compañía en nuestro país, y en la actualidad es la cuarta población de mascotas que acuden a las consultas veterinarias (García, [...]

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A pesar de ser una mascota cada vez más popular, muchos propietarios desconocen sus requerimientos nutricionales básicos.

Cada vez son más los cobayas (también llamados conejillos de indias) que se adquieren como animales de compañía en nuestro país, y en la actualidad es la cuarta población de mascotas que acuden a las consultas veterinarias (García, 2018). Aun así, todavía hay muchas lagunas en lo que respecta a su hábitat, manejo y lo que es más importante, necesidades nutricionales, ya que su aparato digestivo tiene unas peculiaridades que les diferencian de otras mascotas como el perro o el gato.

El objetivo de este artículo es pues doble: por un lado conocer cómo comen y digieren los cobayas y seguidamente evaluar cuáles son sus necesidades nutricionales.

El aparato digestivo de los cobayas y enfermedades más frecuentes

Los cobayas son animales roedores, herbívoros monogástricos. La hendidura bucal es muy pequeña, por lo que la capacidad para abrir la boca está muy limitada. La cavidad abdominal ocupa una gran parte de su cuerpo, como ocurre en todos los roedores. Esta posee un estómago voluminoso, al igual que el ciego. Como dato curioso, todo el tracto alimentario (desde la faringe hasta el ano) mide aproximadamente 2,3 metros, lo que da idea de la magnitud del sistema digestivo. En el ciego, al igual que en el conejo, se realiza la digestión y fermentación de los alimentos vegetales, y al no ser capaces de asimilar el alimento consumido también producen cecotrofos, que les permiten cubrir las necesidades de vitaminas del grupo B y sobre todo C (que no sintetizan). El tiempo normal de vaciado gástrico en cobayas es de 2 horas. El tiempo total de tránsito gastrointestinal es de aproximadamente 20 horas (rango 8-30 horas); sin embargo, si se tiene en cuenta la coprofagia, el tiempo total de tránsito gastrointestinal es de 66 horas (Quesenberry y Carpenter, 2012).

Precisamente las enfermedades gastrointestinales son la causa más frecuente de consulta veterinaria;
en ocasiones por situaciones estresantes, cambios bruscos en la dieta, presencia de tricobezoares o cuerpos extraños, lo que les conduce al síndrome de hipomotilidad gástrica, que a su vez se traduce en un acúmulo de gas en el estómago y la distensión del mismo (Bargalló et al., 2015). La malaoclusión de los  incisivos es la causa subyacente de la mayoría de los problemas gastrointestinales de estos animales, asociada a un manejo dietario inapropiado. En los cobayas, tanto los incisivos como los molares son hipsodontes (tienen raíces abiertas), lo que significa que siguen creciendo de forma continua a lo largo
de toda la vida. Cuando mastican, los dientes se desgastan por oclusión con los dientes opuestos, por lo que cualquier problema que impida esta oclusión, como traumatismo o debilidad del hueso dental, resultará en sobrecrecimiento de los dientes y malaoclusión (Legendre, 2016). Las diarreas pueden tener múltiples orígenes, desde el consumo de comida contaminada por Salmonella spp., Clostridium piliforme (enfermedad de Tyzzer) o parásitos (Cryptosporidium wrairi, Eimeria caviae o Balantidium caviae) y se producen, básicamente en animales inmunodeprimidos (Aguilar et al., 2010; Jepson, 2011).

Qué ha de comer un cobaya en el ambiente doméstico

Los cobayas en estado salvaje comen muchos tipos diferentes de vegetación. Los conejillos de indias domésticos también son completamente herbívoros (con la excepción de la placentofagia). Digieren la fibra más eficientemente que los conejos y su saciedad se rige más por la distensión del tracto gastrointestinal que por la necesidad de energía metabólica. Un nivel de proteína cruda de 18 % a 20 % es adecuado para el crecimiento y la lactancia (Carpenter, 2005) y el nivel mínimo recomendado de fibra cruda es del 10-16 % (García, 2018). Lo ideal es que el alimento se distribuya tal y como aparece en la figura.

Proporción adecuada de alimento para los
cobayas (García, 2018).

Los cobayas desarrollan preferencias alimenticias desde edades muy tempranas y no se adaptan fácilmente a los cambios en el tipo, apariencia o presentación del alimento o agua. Incluso un cambio en la marca de los piensos peletizados puede dar lugar a rechazo. Una buena idea es exponer a las mascotas, cuando aún son jóvenes, a pequeñas cantidades de diferentes verduras para que se acostumbren a la variedad. Es importante enseñar a los dueños de la mascota acerca de este hecho para prevenir un ayuno potencialmente peligroso ante una comida nueva (Quesenberry y Carpenter, 2012).

¿Qué puede y no puede comer?

La dieta recomendada para los cobayas de compañía consiste en pienso comercial y heno de hierba,  complementados con verduras frescas. Por lo general, los gránulos se ofertan libremente, aunque algunos los clínicos creen que, al igual que con los conejos, si el animal es sedentario debería ofrecerse una cantidad tasada. Lo que sí debe estar siempre disponible es el heno de buena calidad.

Estos animales disfrutan de una variedad de hojas verdes, aunque algunas, como muestra la tabla, estarían prohibidas o deberían ofrecerse de manera ocasional. Todos los alimentos frescos deben lavarse y
prepararse como si fueran para el consumo humano, y deberían ser retirados de la jaula después de unas horas si no se han consumido. Los cereales secos pueden ofrecerse solo en cantidades muy pequeñas, como si fueran golosinas. Y por supuesto, no debe olvidarse que cualquier adición o cambio en la dieta debe hacerse gradualmente (Quesenberry y Carpenter, 2012). Los piensos comerciales ya vienen suplementados con las dosis requeridas de vitamina C; la suplementación en el agua es menos efectiva pues pierde más del 50 % de su contenido de vitamina C en 24 horas. Los piensos han de estar conservados a una temperatura estable (sobre 22 °C) y protegidos de la condensación y la humedad.

Conclusión

En conclusión, si bien el cobaya es un animal fácilmente adaptable a las condiciones domésticas, en ningún caso ha de ser considerado similar a un conejo: requiere cuidados y condiciones de manejo específicas, sobre todo en lo que respecta a la dieta, y bajo asesoramiento veterinario.

Extraído de Mario García, José Miguel Chapel y Cristina Castillo, ¿Qué necesita comer un cobaya?, Ateuves 82, págs. 12-14.

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La alimentación de las tortugas acuáticas /la-alimentacion-de-las-tortugas-acuaticas/ /la-alimentacion-de-las-tortugas-acuaticas/#respond Fri, 23 Aug 2019 09:48:35 +0000 https://ateuves.es/?p=9024 En cautividad es frecuente que las tortugas tengan deficiencias nutritivas debido al desconocimiento por parte del propietario de cuál debe ser una correcta alimentación. Tortugas acuáticas y semiacuáticas Son omnívoras, aunque los animales más jóvenes suelen ser casi exclusivamente carnívoros. En estado salvaje consumen alimentos vivos como caracoles, babosas, insectos, gusanos, lombrices, crustáceos, etc., vertebrados [...]

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En cautividad es frecuente que las tortugas tengan deficiencias nutritivas debido al desconocimiento por parte del propietario de cuál debe ser una correcta alimentación.

Tortugas acuáticas y semiacuáticas

Son omnívoras, aunque los animales más jóvenes suelen ser casi exclusivamente carnívoros. En estado salvaje consumen alimentos vivos como caracoles, babosas, insectos, gusanos, lombrices, crustáceos, etc., vertebrados como peces y sus alevines, anfibios, pequeños mamíferos —sobre todo roedores—, huevos y otros reptiles, además de carroña, plantas, frutas y flores.

Salvando las diferencias que puedan existir entre distintas especies, y dependiendo de la edad del animal, la proporción de vegetales y animales consumidos debe situarse entre 75:25 a 90:10 (Donoghue, 1996).

Las tortugas semiacuáticas deben ser alimentadas dentro del agua, ya que se sirven de ella para deglutir los alimentos además de para beber. A las acuáticas les gusta también trocear los alimentos sumergidas en el fondo del acuario.

Es frecuente cometer el error de alimentar a las tortugas solo con pequeños crustáceos acuá­ticos secos o liofilizados (gammaridos) o con una amplia gama de piensos que se ofrecen en el mercado compuestos por gránulos flotantes provenientes de harinas de pescado, crustáceos o vegetales generalmente demasiado ricos en componentes cereales y correctores vitamínicos y minerales. Hay que ser cauteloso y emplearlos en un porcentaje no superior a un 30 % de la ración.

Es fundamental suministrar alimentos frescos o previamente descongelados como gambas, langostinos, pescado o insectos y también carne troceada de hígado, pollo o ternera.

Asimismo, debemos facilitar el consumo de animales vivos, ya que esta práctica enriquece y agudiza los sentidos y el bienestar de estos animales en cautividad. Podemos suministrar grillos, lombrices, gusanos, caracoles acuáticos y, en especies de mayor tamaño, peces o crustáceos.

Hay que tener cuidado con ciertas prácticas como el uso de piensos para perros de forma continua en la dieta, ya que su alto contenido en vitaminas A y D puede provocar enfermedades graves.

Como fuente vegetal podemos dar una dieta muy similar a la que utilizamos en tortugas terrestres. Verduras de hoja verde como trébol, achicoria o endivia, hortalizas como zanahoria o calabacín y frutas como manzana, naranja, pera, fresa, melón, etc. Algunas plantas de acuario como Elodea canadensis, helecho de Java o jacinto de agua también pueden ser consumidas por estos animales. De igual forma les gustan los pétalos de flores como los del hibisco o la rosa.

Al igual que ocurre con las tortugas terrestres también existe una amplia gama de piensos en el mercado dirigidos a estas especies. Debemos realizar una buena elección y que estos preparados supongan pequeños porcentajes en su dieta.

Hay una gran variedad de tortugas acuáticas que se ofertan en el mercado para su tenencia en cautividad. Entre otras especies, las que vamos a ver con mayor frecuencia en la clínica vete­rinaria son Trachemys scripta elegans (Tortuga de orejas rojas), Trachemys scripta scripta (Tor­tuga de orejas amarillas), Trachemys scripta troosti, Trionyx sunensis y distintas especies del género Pseudemys.

Tortugas marinas

Son omnívoras, aunque muchas especies son carnívoras de jóvenes y después se vuelven vegetarianas. Según la dieta que consume cada especie, su boca y su mandíbula adquieren formas diferentes. Por ejemplo, el pico de las tortugas marinas verdes presenta dientes finos a modo de sierra que les permiten raspar las algas de las superficies duras. La tortuga Caretta caretta tiene fuertes mandíbulas para romper y triturar las conchas de algunos moluscos.

En estado salvaje, estos animales se alimentan de gran diversidad de plantas y animales marinos; algunas especies también consumen esponjas y medusas.

Pueden pasar meses sin comer cuando las condiciones no son favorables, y muchas de ellas migran largas distancias en busca de alimento.

En cautividad les suministraremos cefalópodos, peces, moluscos, liofilizados y gelatinas. También administraremos algas o sustitutivos con alto contenido en fibra.

Recomendaciones para el propietario de una tortuga

  • Es muy importante informarse bien de la especie, hábitat, tamaño, edad, estación del año, etc. para conocer cuál es la dieta correcta para nuestra tortuga.
  • Debemos evitar dietas monótonas y poco equilibradas como la lechuga y el tomate exclusivamente.
  • Debemos ofrecer las verduras frescas y lavarlas correctamente para evitar restos de pesticidas. Las ofreceremos finamente picadas para evitar la selección por parte del animal y de esta forma asegurarnos de que su dieta es variada.
  • Las tortugas terrestres deben tener acceso continuo al agua tanto para hidratarse como para bañarse diariamente.
  • Bajo la supervisión de un veterinario podemos administrar suplementos vitamínicos y minerales en determinados periodos.
  • Pondremos de comer una vez al día y retiraremos los alimentos que han sobrado para evitar contaminaciones.
  • En general las tortugas tienen un apetito voraz y si nos excedemos en las cantidades podemos provocar sobrepeso.
  • Si el peso de nuestra tortuga es bajo tendremos que sobrealimentarla antes de hibernar, así como evitar esta en los casos más graves.
  • Las condiciones higiénicas del agua de los acuarios deben estar muy controlada. Administraremos el alimento que va a ser consumido en su justa medida para evitar que queden restos que puedan contaminar el agua. También tenemos la opción de alimentar una vez al día en otro recipiente distinto al que se encuentran de forma habitual.
  • Muchas veces, las tortugas acuáticas en cautividad muestran predilección por la comida de origen animal y rechazan los vegetales. No podemos caer en el error de dar una dieta basada en proteína animal. Ofreceremos verduras y frutas variadas diariamente desde que son pequeñas para acostumbrarlas.
  • Siempre que podamos ofreceremos animales vivos, pero hay que ser prudentes con la cría de insectos, pues en ocasiones son portadores de parásitos y otros microorganismos patógenos para las tortugas.

Extraído de Belén Noguera García, La alimentación de tortugas en cautividad, Ateuves 76, pags. 12-15.

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Patógenos implicados en el síndrome vestibular en conejos /patogenos-implicados-en-el-sindrome-vestibular-en-conejos/ /patogenos-implicados-en-el-sindrome-vestibular-en-conejos/#respond Tue, 09 Jul 2019 10:20:59 +0000 https://ateuves.es/?p=8873 El síndrome vestibular está causado por una alteración del sistema nervioso que se manifiesta por un característico ladeo de la cabeza. Un correcto diagnóstico ayudará a que la enfermedad no progrese y el animal se recupere. Pasteurella multocida P. multocida es un cocobacilo gramnegativo y se puede transmitir de forma vertical o a tra­vés de [...]

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El síndrome vestibular está causado por una alteración del sistema nervioso que se manifiesta por un característico ladeo de la cabeza. Un correcto diagnóstico ayudará a que la enfermedad no progrese y el animal se recupere.

Pasteurella multocida

P. multocida es un cocobacilo gramnegativo y se puede transmitir de forma vertical o a tra­vés de ingestión, inhalación o fómites. Lo nor­mal es que entre en el organismo a través del sistema respiratorio y que se quede en la cavi­dad nasal del conejo sin causar ningún tipo de enfermedad o solo una rinitis leve (figura 1). Sin embargo, la bacteria puede migrar desde allí hasta otros lugares de forma oportunista volviéndose potencialmente mortal. Este patógeno es el principal causante de enfer­medades respiratorias en el conejo, aunque no el único, pero puede afectar a muchos otros órganos cuando migra: ojos, oídos o el sistema reproductor, entre otros.

Figura 1. Paciente con rinitis

Estamos ante un agente infeccioso de una posi­ble zoonosis, por lo que se deberían utilizar con especial cuidado los equipos de protección individual adecuados para la manipulación de los conejos que puedan estar infectados. Como auxiliares veterinarios, debemos conocer este tipo de patologías para evitar nuestro propio contagio y el de otros pacientes. Como causante del síndrome vestibular, normal­mente periférico, es habitual que P. multocida afecte al oído interno o medio del conejo, gene­rando una infección, abscesos y síntomas neuro­lógicos asociados relacionados con el equilibrio.

La elección de antibiótico como tratamiento suele hacerse de forma empírica, ya que el material biológico infectado suele ser inaccesi­ble, y en caso de poder recogerlo, hay que ini­ciar un tratamiento mientras se está a la espera de recibir los resultados del cultivo. En ocasiones se podría llegar a operar para reti­rar el pus, permitir el drenaje y facilitar el trata­miento tópico.

El pronóstico es reservado cuando empiezan a manifestarse los signos de la enfermedad y muy grave en cuando el paciente ya deja de comer (figura 2).

Figura 2. Conejo con síndrome vestibular, probablemente por P. multocida.

Encephalitozoon cuniculi

E. cuniculi es un parásito microsporidial intra­celular obligatorio, grampositivo. Para propa­garse dentro del cuerpo provoca inflamación en las células hasta que se rompen, liberando las esporas generadas e infectando a las células circundantes; tiene predilección principalmente por el riñón, pero también por el ojo y el sis­tema nervioso central.

La encefalitozoonosis, provocada por este parásito, sigue siendo una causa importante de enfermedad neurológica en conejos y se consi­dera enzoótica en poblaciones de conejos tanto comerciales como mascotas. La transmisión a otros conejos se realiza por vía oral o por inhalación de las esporas que expul­san los conejos enfermos en la orina, aunque el contagio vertical es posible. Cabe destacar que según algunos autores tam­bién estamos ante una posible zoonosis, que aunque no suele tener grandes riesgos en per­sonas sanas, podría llegar a afectar a personas inmunodeprimidas.

Cuando un conejo se enfrenta a la encefalito­zoonosis, el patógeno infectante ataca al sis­tema nervioso central pudiendo provocar un síndrome vestibular central de forma aguda. El animal puede presentar este u otros síntomas neurológicos y, dependiendo de la gravedad de los mismos, existirá la posibilidad de recupe­ración total o parcial o se tendrá que plantear al propietario la posibilidad de que su mascota no sobreviva.

Algunos estudios recomiendan el tratamiento con corticoides para ayudar a bajar la infla­mación y, por lo tanto, reducir los signos, pero nunca habría que llegar a dosis inmunosupreso­ras por razones obvias. Como tratamiento, parece que E. cuniculi es sensible al fenbendazol y al albendazol.

El pronóstico puede ir desde bueno a reservado, pero si el animal empieza a hacer rolling y no es capaz de comer, el pronóstico empeora mucho. En algunos casos, los conejos que pasan la enfermedad pueden tener secuelas, aunque algunos son capaces de hacer vida normal.

Diferencias entre Pasteurella multocida y Encephalitozoon cuniculi

La principal forma que tiene el veterinario de saber si el conejo está afectado por un microor­ganismo u otro es la observación y exploración. Existen múltiples opciones en el diagnóstico diferencial del síndrome vestibular que pueden llegar a provocar síntomas similares, entre las que se encuentran infecciones por Pasteurella multocida, Encephalitozoon cuniculi, Toxo­plasma gondii y la migración larvaria de Bayli­sascaris spp., pero P. multocida y E. cuniculi son las más comunes y por lo tanto las que se tienen en cuenta en primer lugar.

  • Lo primero que hay que hacer es reconocer si se presenta un síndrome vestibular central (que puede aparecer con ambas infecciones, pero es más típico de E. cuniculi) o periférico (que no se presenta con E. cuniculi pero sí con P. mul­tocida).
  • También sería interesante realizar una analí­tica sanguínea para buscar signos de infección, característicos de P. multocida (normalmente leucocitosis o neutrofilia), o afecciones en el riñón al que puede afectar E. cuniculi.
  • Una radiografía enfocada en las bullas timpáni­cas podría ayudar a diagnosticar una infección por P. multocida debido a la inflamación que provoca la otitis asociada.
  • Ambos patógenos pueden generar uveítis, aso­ciada a abscesos cuando está provocada por P. multocida y una uveítis facoclástica, llamada así cuando se produce una ruptura de la cápsula del cristalino, cuando la provoca E. cuniculi.

Conclusión

En la clínica diaria es muy probable que en algún momento acudan conejos con síndrome vestibular. Esta sintomatología nerviosa suele estar causada por uno de los siguientes patóge­nos: Pasteurella spp. (normalmente Pasteurella multocida) o Encephalitozoon cuniculi. Los dos tienen un cuadro clínico similar, por lo que hay que aprender a diferenciarlos. Sin embargo, el síndrome vestibular puede tener otras causas primarias distintas, como otro tipo de agentes infecciosos, traumatismos o neoplasias.

Recordamos que tanto el diagnóstico como el tratamiento forman parte de las competencias del veterinario aunque eso no quita para que el auxiliar conozca las patologías y sus cuidados.

Extraído de Héctor Vicente Arenas, Síndrome vestibular en conejos, Ateuves 78, pág. 28-30.

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